Historia del Colegio

El principio y gestación de esta realidad fue obra de la divina providencia que se dejó manifestar a través de la excelente manera de hacer de nuestros religiosos de la comunidad del Instituto San Isidro en la Localidad de Verónica.

Así es como el señor Arzobispo de La Plata, Monseñor Antonio Plaza, conocedor de este buen hacer, busca oportunidades para visitar la Institución y dialogar con los religiosos, dando lugar a una franca amistad y admiración por la Congregación. Entre los problemas apostólicos pendientes que tenía Mons. Plaza, había uno que le preocupaba sobre manera: la finalidad de obras de la Fundación Dr. Félix Burgos, de la que era albacea.

En el período 1.957 - 1.958 es cuando Mons. Plaza oferta e insiste ante los Superiores para que acepten la dirección de la Escuela Agrícola (uno de los terrenos de la fundación) y pide supervisen las obras a realizar para que respondan a la función que debían cumplir. En esa oportunidad y debido a diversas circunstancias, no fue posible aceptar la oferta, ni tampoco supervisar las obras.

Ante las dificultades de orden técnico y administrativo para la continuidad en el Instituto Sarmiento, el entonces el Superior Provincial, Padre Eugenio Asurmendi, quien con visión de futuro y por informaciones recibidas de los religiosos en Argentina, sugiere se visite al Sr. Arzobispo de la Plata, para ver si mantenía firme la oferta de entregar la dirección de la Escuela Agrícola. Tras la respuesta afirmativa, se gestiona al Gobierno General de la Congregación la aceptación de dicha fundación.

El 10 de octubre de 1.968 después de aclarados algunos detalles y hechas las precisiones necesarias, se aprueba el proyecto de contrato entre la Congregación y el Arzobispado de la Plata.

El 15 de noviembre de 1.968 se finalizan las gestiones y firman el convenio el Padre Vicente Marín Cervera por parte de la Congregación, y el Sr. Horacio Schettino en representación del Arzobispado de la Plata.

En un acto de audacia, y con no pequeños riesgos determinan abrir las puertas de la escuela para el ciclo lectivo 1.969. El panorama no era alentador. Tan sólo se dispone de tres aulas para poder ser utilizadas, pero sin bancos, sillas, pizarrones, etc. El predio exterior a la edificación está en total abandono. A esto hay que añadir las preocupaciones por buscar docentes y solicitar las autorizaciones oficiales del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.

A la hora de amueblar las aulas y solicitar los correspondientes permisos aparece la figura de un bienhechor que conocía la Congregación desde los inicios DON FRANCISCO CRESPO. Orientando con sabiduría y experiencia docente la impronta que debía darse en su actividad académica a la institución. Estaba en todos los detalles.

Compra de su dinero personal las primeras láminas patrias, los crucifijos que presiden el trabajo en las aulas.

La inscripción de niños día a día va en aumento. A principios de marzo ya hay 50 niños matriculados. Se inicia el curso 1969 el 10 de marzo con 90 alumnos.

Es un día memorable para la flamante Escuela Agrícola que abre sus puertas por primera vez. Las autoridades responsables eran las siguientes: